Vuelta a clases: 4 tips para preparar a los chicos
La vuelta a clases nos encuentra esperanzados y deseosos de recuperar cierta normalidad en nuestra dinámica familiar. Al mismo tiempo, sabemos que este ciclo lectivo tiene sus particularidades y no será igual que los de los años anteriores ¿Cómo podemos preparar a los chicos para este regreso a las aulas diferente?
Venimos de transitar un año donde el común denominador en la mayoría de las familias fue tratar de compatibilizar el cuidado de los hijos, las labores domésticas y el teletrabajo. Y, si bien, ha sido una fuente enorme de estrés, ha tenido como positivo el compartir muchísimo tiempo con nuestros hijos. Para los más chiquitos, renunciar a ese precioso tiempo con los papás puede significar un duelo.
Los cambios en las rutinas, por sí mismos, suelen ser grandes desestabilizadores emocionales en los niños. En este sentido, esta vuelta a clases que tanto nos ilusiona, puede generar en ellos cierta aprehensión, angustia e incluso temor.
Por eso, se hace tan necesario prepararlos para el regreso a las aulas y estar muy atentos ante sus cambios de conducta, acompañando este proceso de inserción en una “nueva normalidad”.
Dialogando con nuestro Equipo de Orientación Escolar, surgieron algunos tips para acompañar a los chicos en la vuelta a clases:
Cada familia irá eligiendo su método, pero es de vital importancia entrar paulatinamente en una nueva rutina que tenga varios elementos de la vuelta a clases para facilitar la transición.
Podemos comenzar levantando a los chicos más temprano y, por consiguiente, que también se acuesten un poco antes. Para que gradualmente comiencen a entrar en “modo escuela”.
Puede ser divertido y estimulante empezar a preparar la mochila con los útiles escolares, probarse el uniforme o el guardapolvo, dejar listos con sus nombres los cuadernos o carpetas. Esta actividad es una buena manera de imbuir el espíritu de vuelta a clases en los chicos.
Y si encontramos predisposición, incluso se puede hacer un repaso, sin presiones ni frustraciones, de algunos contenidos del año anterior.
Es clave empezar a trabajar en este desprendimiento que significará varias horas de estar sin los papás, sobre todo en los más chiquitos.
Necesitamos ayudarlos y ayudarnos a lidiar con la incertidumbre que genera una “nueva normalidad” con vaivenes, que se modifica permanentemente de acuerdo a la evolución de la enfermedad.
- Transmitir tranquilidad y confianza.
- Promover el diálogo honesto para que puedan hablar de sus miedos e inseguridades.
- Proyectar una mirada optimista sobre el futuro.
- Reforzarles la seguridad en los protocolos de cuidado frente al COVID-19, tanto el de la familia como del colegio.